compartimos un fragmento de la entrevista realidad en el marco del 6º Festival Subversivo en Zagreb, Croacia en el año 2013.
Extraído de: http://feminismeetputerie.wordpress.com/2014/03/15/question-ok-2/
Extraído de: http://feminismeetputerie.wordpress.com/2014/03/15/question-ok-2/
Traducción de Cesar Tisocco (Red por el Reconocimiento del Trabajo Sexual - Argentina)
(Pregunta) Bueno, la institucionalización de la prostitución. Algo que la constitución europea permite. No vemos mujeres prendidas fuego como en Bangladesh, pero sí vemos burdeles en la frontera de Austria y de República Checa y pienso que es una lucha muy importante en conformidad con la prostitución institucionalizada...
Silvia Federici: Pienso que hay una continuidad con los años 80´ y el proceso de globalización y, de alguna forma, su fase inicial, el período del desarrollo de las relaciones capitalistas. Los que leyeron Calibán y la bruja sabrán que hablo de la masificación de la prostitución. Una de las principales consecuencias de la expropiación de la tierra fue sin duda la masificación de la prostitución. Al mismo tiempo que la prostitución había sido aceptada en la Edad Media, fue criminalizada y no obstante, por supuesto, fue uno de los caminos a los que recurrieron las mujeres para, básicamente, acceder a las tierras comunales. Vemos los mismos procesos en la actualidad. Es más, ha habido una masificación de la prostitución como trabajo sexual alrededor del mundo.
Pienso
que hasta cierto punto pero pienso que de forma
limitada, el aumento de la cantidad de mujeres que se están volcando
al trabajo sexual ha tenido que ver con el movimiento feminista. Este
contribuyó a socavar el estigma moral del trabajo sexual. Pienso que
el movimiento de mujeres también les dio poder, por ejemplo, a las
prostitutas para representarse a sí mismas como trabajadoras
sexuales.
No
es una coincidencia que cuando comenzaba el movimiento feminista,
comenzaba el movimiento de las trabajadoras sexuales en Europa, por
ejemplo. Con el estigma, las feministas también atacaron la
hipocresía: la madre santa, esa visión de la mujer, la
completamente sacrificada y la prostituta, esa mujer que ejerce el
trabajo sexual pero por dinero.
Y le
pagan, entonces está violando la primera regla: que la mujer trabaja
a cambio de nada. Y tenemos la separación de la "mujer mala"
de la "mujer buena". El movimiento de mujeres realmente
desafió esa separación y de esa manera les dio poder a las
trabajadoras sexuales para movilizarse.
Por
consiguiente, aumentó la cantidad de trabajadoras sexuales... Hay
muchas mujeres: estudiantes, también amas de casa, que yo conozco,
en Estados Unidos, que se dedican al trabajo sexual como complemento
de los trabajos en los que no ganan lo suficiente, o para pagar su
educación. Conozco muchos, muchos casos de mujeres que hacen eso. Y
más ahora que existe el trabajo sexual electrónico, se puede
realmente hacerlo desde tu habitación; por ejemplo, sexo
interactivo. No sé si ustedes tienen este tipo de trabajo sexual.
Pero el sexo telefónico, el sexo interactivo, son formas en que el
trabajo sexual se puede integrar a sus rutinas, mientras cocinan.
Pero mucho del aumento de trabajadoras sexuales tiene que ver con las
condiciones de vida. Al fin y al cabo, el trabajo sexual es más
rentable que trabajar de mucama. Muchas mujeres, he investigado sobre
mujeres inmigrantes que migraron como mucamas, enfermeras y en muchos
casos después de uno o dos años, sí pueden optan por ejercer el
trabajo sexual porque pueden ganar más en mucho menos tiempo.
Pero
por supuesto que como en el seno del trabajo sexual se encuentra todo
tipo de coerción, de brutalidad, el negocio del sexo es uno de los
más violentos. Pero no es el más violento. Si trabajás en un Zona
Franca de Exportación tu vida está en mucho más peligro que si
trabajás en un burdel o en la calle.
Pienso
que hay un problema fundamental en el movimiento feminista. El
movimiento feminista está realmente dividido en lo que respecta al
trabajo sexual. Y no sé cómo es acá en Croacia, cómo es en los
Balcanes, pero sé que hay muchísimas discusiones con amigas
feministas, que suelen estar del otro lado, porque tengo algunas
amigas, algunas feministas, que no quieren ni escuchar del trabajo
sexual. Piensan que el sólo hablar de trabajo sexual es validar una
actividad contraria a los derechos de las mujeres, que es contraria
básicamente a la imagen transformadora de las mujeres.
Y
por otro lado, hay muchas otras feministas que ven al trabajo sexual
como un tipo de trabajo legítimo entre las opciones de las que
disponen las mujeres, y yo me posiciono en este segundo grupo. Pienso
que criticar particularmente a las mujeres que eligen el trabajo
sexual es una visión miope, porque deriva de un posición moralista,
dado que hay muchas otras formas de trabajo que también exponen a
las mujeres a las mismas situaciones peligrosas. Y quizás en algunos
casos incluso más. Y exponen a las mujeres a situaciones que
básicamente las ponen en una posición completamente subordinada, y
esa es una posición que las hace vulnerables a la violencia también.
Bueno,
voy a parar acá. Me gustaría escuchar, quizás, algunos comentarios
de ustedes sobre la cuestión.
(silencio)
(moderadora):
comentarios, por favor. No teman hablar de sexo.
(más
silencio)
* Silvia Federici (1942, Parma, Italia) es un escritora, profesora y activista feminista estadounidense situada en el movimiento autónomo o autonomismo dentro de la tradición marxista.
Es autora del conocido libro de 2004, Calibán y la bruja. Mujeres, cuerpo y acumulación originaria y en 2013 el libro Revolucion en Punto Cero. Trabajo Domestico, Reproducción y Luchas Feministas. Ambos diponibles gratis en http://www.traficantes.net/